Un hombre en Kenia se quedó pegado a la mujer con la que estaba teniendo relaciones sexuales y tuvo que acudir a un brujo para que los separara.
Según las historias recogidas en la ciudad el esposo de la mujer se habría enterado de la infidelidad y acudió a la magia negra para tomar revancha con lo que logró que los infieles se quedarán pegados luego de practicar el acto sexual. La pareja estuvo pegada durante varias horas y tuvieron que llevar a un sacerdote hasta la casa para que deshiciera "la magia", según reseñó Pijamasurf. El hombre se convirtió en el hazmerreír de su vecindario y la chica se quedó sin su esposo.
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